miércoles, 11 de enero de 2012

Un pequeño relato...

Ese que veis en la foto soy yo, Clover. Mi historia comienza cuando cambié de dueño. Al principio fue duro para ambos pero aprendimos a entendernos sobre todo, cuando montó sobre mi lomo y guió mis pasos. Desde ese momento, formamos un solo equipo y disfrutamos de cada momento. Así he vivido durante años hasta que en uno de nuestros paseos, nos detuvimos en una ladera donde me quitó todo el equipo. Entonces aparecieron mis parientes salvajes, yo me alcé y relinché, estaba inquieto. Mi amigo empezó a hablarme y acariciarme, yo no entendía que pasaba hasta que miró consecutivamente a los salvajes y a mí y me dio unas palmadas en la grupa. Me revolví, no entendía porque quería que me fuese, pensé que había hecho algo mal. Pero él los miró con añoranza y volvió a palmearme, entonces lo entendí. Me acerqué para despedirme y después me lancé hacia mi libertad...
Siempre que puedo le hago una visita para demostrarle que no me olvido de él y sobre todo para darle las gracias por la oportunidad que me brindó.

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